En la oscuridad

Todos sabéis lo que es estar en la oscuridad, el lugar en el que nadie te hace caso. Algunos conocen eso mucho mejor que otros pero yo, no suelo estar dentro de ella. No dejo que la oscuridad me destruya o al menos es eso lo que intento. No estoy acostumbrada a esto, a estar en la oscuridad porque no me gusta, no me siento bien. No es que quiera que todo el mundo esté pendiente de mí, pero lo que quiero es que al menos se me tenga en cuenta de vez en cuando. Eso de que los demás tomen las decisiones por ti me harta y eso de que te digan que van a hacer cosas y luego no las hacen me revienta aún más. Desde nunca he aguantado a ese tipo de gente que te promete un montón de cosas y luego no cumplen nunca nada. Algunos les llaman falsos pero normalmente esto solo se aplica a tus amigos, tu novio o tu novia, pero ¿y si los que te fallan esta vez son de tu familia? Si ya es bastante con tus amigos, lo de tu familia es peor. Eso de sentirte mal con todos, en especial con tu familia, que te han fallado, es lo peor que puede pasarte porque así, con el tiempo, puedes llegar a odiarlos. Odio cuando la gente rompe sus promesas, a ver, ¿tan difícil es de entender? Si sabes que no vas a poder cumplir tus promesas te callas y no las dices, pero no hagas ilusiones a la gente de tu alrededor porque lo puede pasar muy mal. Menos mal que al menos hay personas que te hacen sacar una sonrisa cuando estás en esa oscuridad en la que crees que nadie te hace caso, que todos te fallan y que todo va mal.