domingo, 29 de diciembre de 2013

El mundo ardiendo y yo quejándome porque hace calor

No esperéis que esta sea una entrada grandiosa. Ni siquiera creo que tenga sentido, solo voy a escribir lo que me salga sin que sea perfecto y sin pensar demasiado. Me odio, porque te quiero y tú a mí no. ¿Cuándo aprenderé a no hacerme ilusiones? ¿Cuándo? La esperanza es lo último que se pierde, lo sé, por eso te he perdido antes. Es que me arrepiento tanto de haberte dejado ir y de que te marcharas, de haber visto como te alejabas de esa forma en la que yo quería que estuvieses. Cuando me decías que me querías, ambos sabíamos que yo te quería más y por mucho más tiempo y aquí estoy. Cinco meses después y sigo por el mismo camino. Soy como un disco rayado de vinilo que no avanza y se atasca siempre en el mismo sitio. Ya no sé qué hacer. Tengo un nudo dentro de mí que no me deja hacer nada. Estoy bloqueada. No siento nada de tantas cosas que siento a la vez, mis sentimientos se contraponen y por eso se anulan. Lo odio. ¿Qué demonios pasó cuando me tuve que ir un par de días por otros compromisos familiares? Conociste a otra. Debió de ser eso. Puede que por eso no me hayas querido como lo hiciste algún día o puede que me haya imaginado yo todo. La esperanza es lo que me está matando. Ya no hay nada reciente pero es como si todo lo que ha pasado en estos cinco meses hubiera pasado todo ayer.
A veces pienso que todo es como siempre. Otras, en cambio, es como si no hubiese nada. Absolutamente nada.
Tengo que dejar de quedarme en casa, es cuando más te echo de menos y cuando más débil estoy. Siempre me he preguntado por qué no te puedo olvidar, qué es lo que me hiciste, por qué causaste ese efecto en mí. De verdad que quiero ser feliz sola y que mi humor no dependa en algunos momentos de ti, de verdad que es lo que quiero. No sé, todos cambian y nada es como siempre. Tú, pues no sé ya si has cambiado o soy yo o es que no te he visto como otros porque conmigo eras distinto. Que irónico que sea la que más sabe en clase pero que de la vida no sepa nada, pero, ¿quién sabe realmente sobre la vida? Nadie, todos creen saber pero en realidad todos fingen.
Tengo mil ganas de abrazarte y otras mil más de que lo hagas tú, pero no te imaginas lo que daría por volver a besarte, de nuevo, como la primera vez. En serio, ojalá no dependiese tanto de ti a veces, en realidad no creo que dependa de ti en sí, sino que te tengo demasiado en cuenta, y tú no. Es que duele darlo todo por alguien y que esa persona no lo aprecie. Si por mí fuese pasaría la vida entera contigo, hasta el último minuto, pero sé que si alguna vez tengo algo contigo tú no vas a querer que sea para siempre.
El mundo ardiendo y yo quejándome porque hace calor. Ves, soy estúpida. Te quiero. Me odio por quererte. Me odio por recordar todo tan bien. Me odio por todos los sueños que he tenido y que se han roto. ¿Cuándo acabará esto? Quizás algún día, aunque empiezo a creer que no acabará nunca.
Hoy estoy débil, y ayer, y el otro día, y el otro y el otro. Haz que esto pare, quiero que pare. Lo que hay en mi cabeza y lo que siento, quiero que todo se vaya. Todo. Como sea. Haz que pare.

No hay comentarios:

Publicar un comentario