domingo, 29 de diciembre de 2013

Un largo camino por recorrer.

Es muy difícil decidir qué camino seguir, qué dirección tomar, pero una vez que empiezas a andar sabes perfectamente cuándo tienes que parar, cuándo ya has has llegado a tu destino. Una vez que empiezas todo está hecho, aunque siempre encuentras obstáculos. He visto el principio de mi camino pero aún no veo el final y aunque no lo vea sé a dónde voy a llegar, es lo único claro que tengo. Solo espero que cuando esté a las puertas no me arrastre la lluvia, no dejaré que pase, ni dejaré que alguien perturbe mi paz una vez haya llegado a mi destino. Me gustaría poder llegar ya pero sé que aún me queda mucho camino, sé que no estoy en el principio y tampoco en el final, aunque todo puede ser porque lo cierto es que no sé en qué parte me encuentro. A veces pienso en abandonar y tomar otra dirección pero nunca lo tengo claro. No es que quiera abandonar, sino que quiero olvidarme de todo y rehacer mi camino porque aunque sé dónde quiero llegar, a veces me doy por perdida. Creo que soy un completo mar de contradicciones, algunos pueden decir que soy insegura, pero solo a la hora de tomar decisiones porque pienso en todas las consecuencias.

El mundo ardiendo y yo quejándome porque hace calor

No esperéis que esta sea una entrada grandiosa. Ni siquiera creo que tenga sentido, solo voy a escribir lo que me salga sin que sea perfecto y sin pensar demasiado. Me odio, porque te quiero y tú a mí no. ¿Cuándo aprenderé a no hacerme ilusiones? ¿Cuándo? La esperanza es lo último que se pierde, lo sé, por eso te he perdido antes. Es que me arrepiento tanto de haberte dejado ir y de que te marcharas, de haber visto como te alejabas de esa forma en la que yo quería que estuvieses. Cuando me decías que me querías, ambos sabíamos que yo te quería más y por mucho más tiempo y aquí estoy. Cinco meses después y sigo por el mismo camino. Soy como un disco rayado de vinilo que no avanza y se atasca siempre en el mismo sitio. Ya no sé qué hacer. Tengo un nudo dentro de mí que no me deja hacer nada. Estoy bloqueada. No siento nada de tantas cosas que siento a la vez, mis sentimientos se contraponen y por eso se anulan. Lo odio. ¿Qué demonios pasó cuando me tuve que ir un par de días por otros compromisos familiares? Conociste a otra. Debió de ser eso. Puede que por eso no me hayas querido como lo hiciste algún día o puede que me haya imaginado yo todo. La esperanza es lo que me está matando. Ya no hay nada reciente pero es como si todo lo que ha pasado en estos cinco meses hubiera pasado todo ayer.
A veces pienso que todo es como siempre. Otras, en cambio, es como si no hubiese nada. Absolutamente nada.
Tengo que dejar de quedarme en casa, es cuando más te echo de menos y cuando más débil estoy. Siempre me he preguntado por qué no te puedo olvidar, qué es lo que me hiciste, por qué causaste ese efecto en mí. De verdad que quiero ser feliz sola y que mi humor no dependa en algunos momentos de ti, de verdad que es lo que quiero. No sé, todos cambian y nada es como siempre. Tú, pues no sé ya si has cambiado o soy yo o es que no te he visto como otros porque conmigo eras distinto. Que irónico que sea la que más sabe en clase pero que de la vida no sepa nada, pero, ¿quién sabe realmente sobre la vida? Nadie, todos creen saber pero en realidad todos fingen.
Tengo mil ganas de abrazarte y otras mil más de que lo hagas tú, pero no te imaginas lo que daría por volver a besarte, de nuevo, como la primera vez. En serio, ojalá no dependiese tanto de ti a veces, en realidad no creo que dependa de ti en sí, sino que te tengo demasiado en cuenta, y tú no. Es que duele darlo todo por alguien y que esa persona no lo aprecie. Si por mí fuese pasaría la vida entera contigo, hasta el último minuto, pero sé que si alguna vez tengo algo contigo tú no vas a querer que sea para siempre.
El mundo ardiendo y yo quejándome porque hace calor. Ves, soy estúpida. Te quiero. Me odio por quererte. Me odio por recordar todo tan bien. Me odio por todos los sueños que he tenido y que se han roto. ¿Cuándo acabará esto? Quizás algún día, aunque empiezo a creer que no acabará nunca.
Hoy estoy débil, y ayer, y el otro día, y el otro y el otro. Haz que esto pare, quiero que pare. Lo que hay en mi cabeza y lo que siento, quiero que todo se vaya. Todo. Como sea. Haz que pare.

martes, 24 de diciembre de 2013

Yo actúo y luego pienso.

Antes escuchaba a la gente hablar sobre lo difícil que es tener a una persona a la que quieres delante y no poder hacer nada con ella porque sabes que no quiere nada contigo. Yo entendía que eso podía ser realmente frustrante, es como cuando en una carrera vas el primero y en el último momento alguien te adelanta y tu cara lo dice todo.
He escuchado miles de historias iguales en plan: oh, es que le tengo delante y me entran ganas de abrazarle, o también en plan: es que la abrazo, nos miramos y me cuesta mucho no acabar besándola pero sé que si lo hago todo se acabará.
Antes solo escuchaba esas historias pero una vez lo pude comprobar y es horrible. Creo que sin duda es uno de los peores sentimientos con diferencia. La impotencia es lo peor, al menos para mí.
Se me dan bien los comienzos pero no los finales.

Buenos días.

Hoy es 24 de diciembre, uno de esos días en los que se supone que tienes que estar feliz y esas cosas, que tienes que disfrutar con la familia y que todo serán risas y alegría. Se supone.
Para mí no es más que otro día más, nada distinto.